El décimo informe de las autoridades sanitarias de la prefectura de Fukushima reveló cambios en la glándula tiroides en el 44,2% de los 94.975 niños observados. La cantidad de anormalidades diagnosticadas se ha incrementado con el paso del tiempo y 10 niños son sospechosos de padecer cáncer de tiroides como resultado de la exposición radiactiva. En las costas japonesas se han detectado peces con altos niveles de cesio en el cuerpo.|
U24- Más de un 40% de los niños examinados tras el desastre nuclear de Fukushima, en Japón, tienen anormalidades tiroideas, según un nuevo estudio.
El décimo informe de las autoridades sanitarias de la prefectura de Fukushima reveló cambios en la glándula tiroides en el 44,2% de los 94.975 niños observados.
La cantidad de anormalidades diagnosticadas se ha incrementado con el paso del tiempo y 10 niños son sospechosos de padecer cáncer de tiroides como resultado de la exposición radiactiva.
El miércoles pasado, el Gobierno de la prefectura afirmó que a dos personas que eran adolescentes durante la catástrofe en marzo de 2011 se les descubrió cáncer de tiroides, lo que aumenta a tres la cantidad de casos formalmente confirmados. Los tres están convaleciendo tras ser sometidos a cirugías.
Kazuo Sakai, investigador del Instituto Nacional de Radiología, afirmó que "suelen trascurrir varios años tras la exposición a la radiación antes de que se diagnostique el cáncer".
El terremoto del 11 de marzo de 2011, uno de los más fuertes jamás registrados, provocó un devastador tsunami causando unas 20.000 muertes y reduciendo a varias localidades a escombros.
El desastre natural produjo destrucción y el subsiguiente derrame de aguas radiactivas en la central nuclear de Fukushima, consecuencias que persistirán durante varias decenas de años, según las estimaciones.
Peces radiactivos
Un pez capturado a unos 200 kilómetros al sur de la central nuclear de Fukushima resulto contener, al ser analizado, 130 becquereles de cesio radiactivo por kilo, por encima del límite legal en Japón, según informó hoy la televisión pública NHK.
Autoridades de la Prefectura de Chiba (centro) explicaron que obtuvieron esta lectura al examinar una perca japonesa pescada a unos 10 kilómetros de la costa del municipio de Choshi el pasado jueves 14 de febrero.
La localidad de Choshi se encuentra a unos 200 kilómetros al sur de la accidentada central atómica de Fukushima Daiichi.
El ejemplar contenía 130 becquereles de cesio radiactivo, por encima de los 100 becquereles establecidos como cantidad máxima por el Gobierno japonés.
Tras el accidente en la plana de Fukushima provocado por el desastre de marzo de 2011, Japón rebajó el año pasado el límite máximo permitido de cesio en productos comestible para adultos de 500 a 100 becquereles por kilo.
Se trata de la primera vez que un pez capturado en la prefectura de Chiba supera el límite de concentración de materiales radiactivos marcado por la ley.
En todo caso, las cooperativas de la ciudad de Choshi ya tenían suspendidas las ventas de perca japonesa como medida preventiva después de que se detectaran 60 becquereles de cesio por kilo en un ejemplar pescado en las costas de la localidad el pasado diciembre.
El sismo y tsunami que devastaron el noreste de Japón el 11 de marzo de 2011 provocaron en la central de Fukushima un accidente nuclear, el peor desde el de Chernóbil en 1986, que mantiene evacuadas a miles de personas que residían en torno a la planta y ha afectado a la pesca, la ganaderia y la agricultura de la zona.
martes, 19 de febrero de 2013
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