APU: Primero queríamos que nos cuentes de tu investigación sobre el atentado a la sede de la AMIA.
Juan Salinas: Ingreso a la causa contratado por la AMIA en un equipo muy grande al principio, en el cual estaba Pedro Brieger; y luego en un equipo mucho más reducido, por más de 3 años, cobrando de la AMIA y colaborando con sus abogados. Eso termina en un libro que publico en el tercer aniversario, cuando se arma el lío en el acto y habla Laura Guinsberg. Creo que mi libro colaboró a ese incidente que fue una rechifla al gobierno de Menem, a Corach. Después seguí investigando el tema durante años porque se transformó en algo muy apasionante para mí.
El libro trajo cola en el sentido que la propia colectividad judía se puso en contra. Lo publico y Neuberger, que era el segundo de Graham, me empieza a mandar telegramas acusándome de antisemita. Absurdo, yo había estado en esto con la AMIA e inmediatamente se calla cuando le respondo públicamente que iba a decir qué habían hecho los abogados de la causa que fue, directamente, encubrir. Es de ahí que saco la información.
Dicho todo esto, vamos a ir al grano. Hay indicios múltiples y concordantes, de algunos de los cuales hablé en otro libro que se llama “Narcos, bandidos y criminales” que publico en el año 2006. Absolutamente todo indica que los atentados, la embajada y la AMIA, no fueron cometidos por razones ideológicas y mucho menos religiosas -Dios no tiene nada que ver con esto- sino por mejicaneadas en el lavado de dinero producto del narcotráfico y quizás también del tráfico de armas. Como esto es un delito infamante, en el que estaban involucrados los servicios secretos de muchos países, entre ellos también el de Israel, y banqueros también judíos, hizo que las investigaciones se desviaran desde un primer momento echándole la culpa a Irán que, a mi juicio, no tiene nada que ver. No hay ninguna prueba contra Irán, sólo cosas que claramente son falsificaciones y esto es fácil de ver ya en el atentado contra la Embajada de Israel.
APU: ¿Cuáles son las razones que los fiscales Nisman y Martínez Burgos dieron para culpar al gobierno de Irán?
JS: Es un acuerdo que armaron en base a cosas que conocíamos porque las habíamos investigado. Un armado muy forzado, una historia mala que ni siquiera tiene la calidad de un best seller de Fontanarrosa, vinculada con una supuesta conexión interior. Este es el único país del mundo donde nunca se quiso averiguar cómo fueron los hechos y los crímenes para después buscar al instigador; sino que primero se busca a los instigadores y nadie quiere saber cómo realmente se cometieron los hechos. Ni en la Embajada de Israel ni en la AMIA hubo camioneta bomba, esto es importante decirlo. Sí hubo camioneta señuelo en ambos lugares, o sea, se esparcieron, en el caso de la Embajada a mano y en el de la AMIA porque estaban dentro de un volquete que también explotó –hubo 2 explosiones-, ambos atentados se hicieron con explosiones internas aprovechando que los dos edificios estaban en obra por refacciones. En el caso de la AMIA, también explotó un volquete que había sido depositado frente a la puerta de entrada 2 ó 3 minutos antes.
APU: ¿Vos relacionas, entonces, ambos atentados directamente con el tráfico?
JS: Hubo gente detenida por todo esto, lo que pasa es que la soltaron en tiempo récord por presiones de todo tipo. Detenidos por el volquete, por ejemplo. Lo que pasa es que se tapó. Intervino hasta la iglesia porque si no son de origen árabe son católicos, entonces, como no daban el perfil de fanático extremista musulmán –aunque no sólo por eso- se los soltó. Pero lo que quiero decir es que ambos atentados tienen que ver con el lavado de dinero del narcotráfico y como es una cosa infamante, todo el mundo procura ocultarlo. Hay una nota en que Verbitsky demostró que a las pocas horas del atentado a la AMIA, llegó un enviado del gobierno israelí para acordar con Menem una pista falsa y echarle la culpa a los iraníes.
Quiero recordar que ya en el atentado de la Embajada, a las pocas horas aparece un anónimo en la iglesia sueca de la calle Azopardo, frente al diario “Crónica”, que le hecha la culpa a los iraníes con una historia tan absurda y falsa como la que inventó el fiscal. Nisman no viene de ningún lugar probo sino que trabajaba con Galeano y el grupo de fiscales que están procesados por haber tergiversado toda la investigación al ser protagonistas del encubrimiento. Nisman no viene de ningún lugar santo, viene cobrando un millón y medio o más por mes para evitar que se haga algo, puesto ahí por EEUU e Israel.
En su momento le pagaron poniendo a la que era su esposa, Sandra Arroyo, como jueza federal para que aceptara ese cometido. Lo de Nisman es terrible porque es un delincuente como lo fue Galeano y esto va a quedar claro pronto, cuando tenga que presentarse. No va a ir a Irán, va a buscar cualquier subterfugio para no ir porque no tiene nada. Lo poco que tiene es una ridiculez absoluta que no se sostiene como no se sostenía en el año 2003 cuando capturan al ex embajador iraní en la Argentina en Londres. Él manda el material que tiene para justificar esa captura y todavía se están escuchando las carcajadas en la corte londinense.
Liberaron al iraní, la Argentina tuvo que pagar las costas y después lo tuvo que indemnizar. Esta situación se va a volver a repetir, este es el problema por el que hay tanta oposición a la jugada del Gobierno. Si quieren, podemos criticar al Gobierno más tarde pero las cosas hay que decirlas como son. El Gobierno está tratando de enderezar una situación absurda en la cual intervino. Lo hace aprovechando que Obama no quería la guerra contra Irán, en contra de los israelíes y del lobby espantoso que tiene que ver con el complejo militar industrial. Cristina se dio cuenta de esto y aprovechó para deshacer un equívoco.
No hay nada contra Irán. Figúrense que ese país que sufrió atentados horribles, una vez le pusieron una bomba que mató a no recuerdo si 70 parlamentarios (que obviamente la mandó poner la CIA) dijera que esa bomba la organizaron Antonio Cafiero y Zulema Menem y pide la extradición. Entonces, la gente que no simpatiza con Cafiero ni con Zulema diría: “¿Qué pruebas tienen? ¡Esta gente nunca pisó Teherán!”. Es un absurdo y se basa en que Telleldín es el culpable y jamás diría que él es inocente pero es como Ribelli. Telleldín tuvo más que ver por lo de la camioneta que ahora se sabe quién la manejaba, quién la dejó en el estacionamiento de la universidad cercana a la AMIA el viernes anterior. Se identificó a los que dejaron la camioneta y se los detuvo porque estaban vinculados con la Policía Federal.
La bomba la puso gente vinculada con bandas de los grupos de tareas de la Policía Federal, ningún guardia de la revolución iraní. Hay, sí, sirios o argentinos de origen sirio vinculados a Monser Al Kassar, que es el principal sospechoso de haber sido instigador de los ataques. Pero hay que decir que éste era el principal socio que tenía en Marbella el principal terrateniente de la ciudad, el dueño de la mayor parte del piso donde se edifica Marbella. Que es la capital, o una de las capitales, de la mafia mundial, donde todas las mafias intercambian sus negocios y donde había un gobierno mafioso, el del alcalde Gil. Eso está en las películas de Torrente, en las canciones de Sabina, etc.
Quiero aclararte que el socio de Al Kassar era –o es porque no sé si está vivo- un judío llamado Binstock y los dos eran traficantes de armas en su momento. Tan viejos son que el joven Monser Al Kassar les vendía armas a los Montoneros en el 73 y Binstock a la AAA en el 74. Todo esto viene del narco y la clave es, para el que lo quiere googlear, “operativo unigold” revelado por la justicia italiana en enero de 1994, 5 meses antes de la explosión.
APU: ¿Específicamente, por qué estos atentados contra las sedes de instituciones de la comunidad judía sedan en el marco del narcotráfico que mencionás?
JS: Porque hubo banqueros judíos, protegidos por Israel –esta es una hipótesis que hay que probar-, que se quedaron con plata del narcotráfico, entonces vino la primera bomba. Y ese día, Al Kassar estaba en la Argentina, en su departamento de la Avenida del Libertador, haciendo una fiesta. El gobierno se enteró que estaba, lo expulsaron, no lo metieron preso pese a estar buscado por INTERPOL, se fue a Chile, se encontró con un primo suyo también narcotraficante de apellido Vatech, muy allegado a la familia Pinochet, se tomó un avión privado y se fue a Madrid. Cuando llegó a Madrid, Garzón lo metió preso, lo acusó de todo el código penal, parecía que no iba a salir nunca de la cárcel. Pero el gobierno y la justicia mafiosa de Málaga “se repartió la causa en filetes” según me dijo el propio Garzón en Madrid, cuando en el 97 le hice una larga presentación de la causa AMIA. Le expliqué que quienes habían metido la bomba eran gente vinculada a los grupos de tareas de la Policía Federal, que por lo tanto, me sentía en peligro y que si me pasaba algo que investigaran por ahí.
Esto lo acabo de colgar en mi blog, www.pajarorojo.info , y si buscan allí encontrarán buena parte de la presentación.
APU: ¿Entonces por razones políticas entra a jugar Irán como el principal acusado?
JS: Lo de Irán va a ser gracioso porque cuando haya que presentar las pruebas argentinas en su contra, los iraníes las van a escuchar y van a contestar todo porque a ellos les conviene, se van a presentar todos a declarar sin ningún problema. Yo estoy convencido que se usó una Traffic como señuelo porque ya se lo había filmado a Rabbani, el agregado cultural de la Embajada de Irán, buscando una Traffic, es todo al revés de lo que se dice. Es más, estoy convencido que los que dejaron el anónimo en la iglesia sueca son los mismos muchachos de San Telmo que llevaron, dos años después, la Traffic al parking de la calle Azcuénaga.
Nunca se quiso investigar esto y los primeros encubridores han sido la gente de la colectividad, lamentablemente, los dirigentes de la misma. El primero que me contrató, evidentemente, no tenía nada que ver, era un fabricante de lápidas, presidente de la AMIA. Pero a partir de los atentados, el control del sionismo más rabioso sobre las instituciones judías del país, es mucho más severo. Antes no era así, la AMIA es una institución argentina, ser judío no es equivalente a ser sionista, todo vino después de los atentados que fueron altamente funcionales para ese sionismo. Porque la mayoría de los judíos eran laicos o estaban todos revueltos y mezclados en Argentina y a partir de ahí, se pusieron tambores y después construcciones de argamasa y de cemento en las instituciones como si estuvieran amenazadas por una agresión exterior. Eso favoreció la derechización de la colectividad judía, siendo totalmente funcionales a estos racistas, que se arrogan el derecho de matar palestinos cuando se les da la gana. Todos estos locos de Brooklin que creen hablar directamente con Dios y todos los vivos que viven de ellos, los mandan al frente y hacen negocios, sobre todo de armas.
APU: ¿Pudiste ver el otro día lo que se hizo cuando fue el Canciller al Senado, la participación que tuvieron los familiares, Laura Guinsberg que era la que acusaba y denunciaba ciertos posibles intereses económicos detrás? ¿Tenés alguna opinión al respecto?
JS: No quiero hablar mal de Laura, a pesar de que ella ha hablado mal de mí en algún momento. Creo que está perdida, creo que se afilió a la posición del Partido Obrero en una época y entonces repite como loro que el Estado tiene la culpa. ¡Chocolate por la noticia! Obviamente el Estado tiene la culpa, eso lo dijo también Kirchner, y que nadie quiere investigar también es verdad porque Israel y EE.UU. no quieren que se investigue el atentado y para eso está Nisman. En el segundo aniversario en que Néstor Kirchner estuvo presente, la cole lo increpó con que tampoco se buscaba ni se trataba de resolver y él les contestó con cajas destempladas, pero con esa gramática parda que tenía, que no se entendía bien lo que decía, les contestó entre líneas: “los que no quieren que se descubra nada son ustedes, no me rompan las pelotas acusándome de nada en público”.
La Presidenta, que se está portando muy bien ahora y creo que está haciendo lo correcto, pero hay cosas del pasado. Si bien firmó en disidencia despachos cuando estuvo en la comisión bicameral de seguimiento de la investigación, firmó que existía la camioneta bomba. Y no existió. Yo fui convocado a dicha comisión a declarar para explicar por qué, a mi juicio, estaba involucrada gente del entorno de Menem –Emir Yoma, para que tengan un perfil- y que estaba claramente vinculada con el volquete, otro motivo para que no se haya seguido esa línea. Cristina no estuvo en esa reunión, o sea que tiene el beneficio de la duda y lo que ella y Timerman están haciendo ahora está perfectamente bien. Están tratando de resolver una situación absurda en la cual Argentina acusa a Irán, mientras EE.UU. comercia con Irán y las cerealeras, que hacen pingües negocios con Irán son empresas de capital norteamericano y europeo, o sea, no es que la Argentina la que vende. Las que venden son Cargill y compañía.
Este es un gran límite para lo que está pasando con Argentina porque podríamos tener un IAPI y concentrar la venta de granos, sobre todo en este momento en que estamos sufriendo la extorsión de los agrogarcas que tienen todo el país sembrado de silos con soja y dicen que no tienen soja porque lo que quieren es estrangular al Gobierno. Si nosotros pusiéramos un IAPI y tuviéramos una flota para exportar nuestros cereales, los fondos buitres se abatirían sobre ellos y, por supuesto, tendríamos un montón de editoriales de La Nación justificando. Porque este país está lleno de gente que se identifica con los fondos buitre, con lo antinacional, que son el partido de lo extranjero. No es algo nuevo. Viene desde Caseros, está lleno de gente que está en contra de la Patria.
Otro tema respecto de la AMIA es que La Nación y Clarín hicieron un pacto con Menem y Galeano para dar una versión falsa, en el cual también entró Página 12 que, en ese entonces, dependía de Magnetto y esto provoca incomodidades. Cuando mi gran amigo, a quien quiero y respeto mucho, Luís Brustein escribe sobre el tema en Página tiene que escribir con todo este lastre y el diario, durante muchos años estuvo propalando una versión falsa. Ahí tienen a Raúl Colman que ahora se está tratando de reacomodar, pero que durante años decía: del atentado no se sabe nada excepto que hubo una camioneta bomba que explotó en la puerta a las 9:53 del lunes 18 de julio de 1994. Esto fue siempre un dogma, como cuando uno quiere discutir con un papista y lo primero que le dicen es que Dios son tres personas en una y que eso es un dogma de fe y no se puede discutir.
Que el atentado a la AMIA está vinculado al narcotráfico está en el expediente judicial, es claro. Menem quería saber exactamente quién estaba detrás del atentado y le encarga a un señor llamado Huergo, de la Cancillería y que seguramente también es de la SIDE y que terminó siendo director de contraterrorismo del gobierno de Fernando De La Rua, que lo averigüe. Este señor había sido embajador en el Líbano hasta 5 meses antes y se pone en contacto con el jefe de la estación de la CIA e informa que los responsables del atentado son tipos que perdieron la interna dentro del Hezbollah, que ya no están en su dirección, que les gustaría volver a estar, que son socios de Al Kassar, etc. El primer secretario general de Hezbollah desde su fundación en 1982 hasta 1987 en que lo echaron por que no quiso que se convirtiera en un partido político como se convirtió, y el hombre de la CIA le dice a Huergo que son los mismos que, al día siguiente, tiraron un avión en Panamá.
Efectivamente, el 19 de julio, un avioncito que hacía el trayecto Colón- Panamá, o sea que recorría el itsmo desde el Atlántico al Pacífico, había sido derribado, habían muerto más de 20 personas. Entre ellos había muerto un empresario judío del oro y los diamantes que estaba involucrado en la operación “unigold” y que fue para matarlo porque se había quedado con dinero del tráfico de drogas del cartel de Cali a la mafia italiana que le daba a él oro para que lo convirtiera en dinero en los bancos norteamericanos y de ahí lo pudieran cobrar los colombianos. Se había cortado esta cadena porque se había quedado con plata y lo habían volteado. Son los mismos que al día siguiente hicieron esto y fue la CIA la que los vinculó, de forma extraoficial, antes de la orden de Langley de no abrir más el pico y echarle la culpa a los iraníes. Lo mismo pasó con Lockerbie, no es nuevo esto, fue al revés: primero le echaron la culpa a Irán y después a él. Todo depende de la política internacional que quieran seguir Washington e Israel. APU (Agencia Paco Urondo)
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