MEDLINEPLUS VIA AMERICAN JOURNAL OF EPIDEMIOLOGY
Cuando una mujer utiliza un descongestivo en el primer trimestre del embarazo, un estudio pequeño revela que puede aumentar el riesgo de que su bebé desarrolle ciertos defectos congénitos raros.
Algunos descongestivos de venta libre, como los populares fenilefrina y pseudoefedrina, estuvieron asociados con malformaciones congénitas, poco frecuentes, específicas del tracto digestivo, el oído y el corazón.
"Los principales defectos congénitos afectan al 2-3 por ciento de los recién nacidos vivos, por lo que son muy raros", dijo el autor, doctor Allen Mitchell.
"Las asociaciones que identificamos incluyen malformaciones que afectan a menos de 1 de cada 1000 bebés. Algunos se tratan con cirugía, pero no todos ponen en riesgo la vida", sostuvo.
Los descongestivos son los fármacos más utilizados, de modo que es importante comprender sus efectos en el embarazo, según dijo Mitchell, director del Centro de Epidemiología Slone de Boston University.
Con su equipo, analizó una gran cantidad de datos de bebés que nacieron con malformaciones congénitas entre 1993 y el 2010. Las enfermeras habían entrevistado a las madres de los bebés con defectos que no podrían atribuirse a alteraciones cromosómicas. El equipo analizó los resultados de 12.700 bebés y los comparó con los de 7.600 bebés sin malformaciones.
Las madres habían respondido sobre fármacos utilizados en el embarazo y en los dos meses previos.
El uso de fenilefrina (presente en Sudafed, entre otros productos) durante el primer trimestre, estuvo asociado con ocho veces más riesgo de que los bebés desarrollaran un defecto de relieve endocárdico, una malformación del corazón.
Y la exposición a la fenilpropanolamina (Acutrim) también estuvo asociada con ocho veces más riesgo de que el bebé desarrollara defectos de oído y estómago. Estudios previos habían sugerido estas asociaciones.
Pero, por primera vez, los autores identificaron una relación entre el uso de pseudoefedrina (también presente en Sudafed) durante el primer trimestre del embarazo y un riesgo tres veces mayor de los defectos por reducción de las extremidades.
El uso de imidazolinas (presentes en los descongestivos nasales en spray y las gotas oftálmicas) casi duplicó el riesgo de que un bebé desarrollara una conexión anormal entre la tráquea y el esófago.
"Los riesgo que identificamos deben interpretarse en perspectiva. Tres de cada 10.000 nacidos vivos de mujeres que no utilizan descongestivos en el embarazo tienen riesgo de desarrollar defectos por reducción de las extremidades", aconsejó Mitchell.
Hasta el riesgo ocho veces mayor detectado en los resultados se traduciría en una posibilidad de 2,7 en 1.000 de que un bebé desarrolle la malformación, según agregó el investigador.
El equipo no halló una relación entre los medicamentos estudiados y otras malformaciones que habían mencionado los estudios previos, según publica el equipo en American Journal of Epidemiology.
"Esto debería tranquilizar de algún modo a las mujeres que tienen que usar estos medicamentos en el embarazo", sostuvo Mitchell, quien está convencido de que la evidencia es suficiente como para que los médicos no les recomienden descongestivos a las embarazadas y que evalúen caso por caso. Fuente: MedlinePlus
Cuando una mujer utiliza un descongestivo en el primer trimestre del embarazo, un estudio pequeño revela que puede aumentar el riesgo de que su bebé desarrolle ciertos defectos congénitos raros.
Algunos descongestivos de venta libre, como los populares fenilefrina y pseudoefedrina, estuvieron asociados con malformaciones congénitas, poco frecuentes, específicas del tracto digestivo, el oído y el corazón.
"Los principales defectos congénitos afectan al 2-3 por ciento de los recién nacidos vivos, por lo que son muy raros", dijo el autor, doctor Allen Mitchell.
"Las asociaciones que identificamos incluyen malformaciones que afectan a menos de 1 de cada 1000 bebés. Algunos se tratan con cirugía, pero no todos ponen en riesgo la vida", sostuvo.
Los descongestivos son los fármacos más utilizados, de modo que es importante comprender sus efectos en el embarazo, según dijo Mitchell, director del Centro de Epidemiología Slone de Boston University.
Con su equipo, analizó una gran cantidad de datos de bebés que nacieron con malformaciones congénitas entre 1993 y el 2010. Las enfermeras habían entrevistado a las madres de los bebés con defectos que no podrían atribuirse a alteraciones cromosómicas. El equipo analizó los resultados de 12.700 bebés y los comparó con los de 7.600 bebés sin malformaciones.
Las madres habían respondido sobre fármacos utilizados en el embarazo y en los dos meses previos.
El uso de fenilefrina (presente en Sudafed, entre otros productos) durante el primer trimestre, estuvo asociado con ocho veces más riesgo de que los bebés desarrollaran un defecto de relieve endocárdico, una malformación del corazón.
Y la exposición a la fenilpropanolamina (Acutrim) también estuvo asociada con ocho veces más riesgo de que el bebé desarrollara defectos de oído y estómago. Estudios previos habían sugerido estas asociaciones.
Pero, por primera vez, los autores identificaron una relación entre el uso de pseudoefedrina (también presente en Sudafed) durante el primer trimestre del embarazo y un riesgo tres veces mayor de los defectos por reducción de las extremidades.
El uso de imidazolinas (presentes en los descongestivos nasales en spray y las gotas oftálmicas) casi duplicó el riesgo de que un bebé desarrollara una conexión anormal entre la tráquea y el esófago.
"Los riesgo que identificamos deben interpretarse en perspectiva. Tres de cada 10.000 nacidos vivos de mujeres que no utilizan descongestivos en el embarazo tienen riesgo de desarrollar defectos por reducción de las extremidades", aconsejó Mitchell.
Hasta el riesgo ocho veces mayor detectado en los resultados se traduciría en una posibilidad de 2,7 en 1.000 de que un bebé desarrolle la malformación, según agregó el investigador.
El equipo no halló una relación entre los medicamentos estudiados y otras malformaciones que habían mencionado los estudios previos, según publica el equipo en American Journal of Epidemiology.
"Esto debería tranquilizar de algún modo a las mujeres que tienen que usar estos medicamentos en el embarazo", sostuvo Mitchell, quien está convencido de que la evidencia es suficiente como para que los médicos no les recomienden descongestivos a las embarazadas y que evalúen caso por caso. Fuente: MedlinePlus
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