Durante el curso de la vida, hay 1 en 50 probabilidades de desarrollar un coágulo de sangre en el cerebro. Si eso ocurre, la posibilidad de supervivencia es de sólo 60%. Y si se sobrevive a la coagulación de la sangre, las probabilidades son grandes de sufrir algún tipo de daño cerebral.
Los científicos de la Universidad de Vanderbilt esperan que sus nuevos instrumentos quirúrgicos roboticos van a mejorar en gran medida las probabilidades. Mediante el uso de una gran aguja que puede ser fácilmente dirigida alrededor de las partes delicadas del cerebro por un robot,entonces creen que los coágulos de sangre en el cerebro pueden ser tratados fácilmente.
Tradicionalmente, los coágulos de sangre en el cerebro han sido casi imposibles de tratar, particularmente los más grandes,a los que no es fácil de alcanzar. Las estadísticas actuales muestran sólo un 25-50% de probabilidades que un coágulo se puede eliminar con éxito mediante cirugía. El enfoque actual es en general no quirúrgico, y se basa en el uso de drogas con la esperanza de que el paciente se recupere. Obviamente, este método no es muy eficaz.
El uso de robots en la cirugía se ha vuelto más común en los últimos años. A partir de la eliminación de tumores a la realización de bypass del corazón , los robots han tenido éxito en la realización de la delicada tarea quirúrgica. Esta nueva técnica robótica para la eliminación de coágulos de sangre consiste en una aguja con dos pequeños tubos: uno recto y otro curvo. Con la TC, los médicos determinan la mejor posición de la aguja para entrar en el cráneo. Un pequeño taladro crea un agujero allí e inserta del robot la parte recta de la aguja en el cráneo en un ángulo. Un tubo curvado va en el interior del tubo recto y está unido a una bomba de succión. Este tubo penetra dentro del propio coágulo, donde la bomba aspira para arriba. El robot puede mover la punta de la aguja alrededor con precisión, asegurándose que todas las partes del coágulo se eliminen. Los resultados de las simulaciones de esta técnica han sido espectaculares: el robot que dirige la aguja ha eliminado con éxito el 92% de los coágulos de prueba.
Sin embargo, la técnica todavía no es perfecto. Todavía hay una posibilidad de que un coágulo se rompiera durante la cirugía, lo que hace a sus trozos difíciles de identificar y más difíciles de eliminar. En el futuro, los científicos de Vanderbilt esperan crear un modelo informático que monitoree, y de este modo puedan evitar que suceda o aprendan cómo trabajar a su alrededor.
A través de la Universidad de Vanderbilt
viernes, 9 de agosto de 2013
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