Los hombres están más protegidos que las mujeres de las enfermedades autoinmunes gracias a las hormonas y microbios. Dicho de otro modo, las mujeres pueden construir respuestas inmunes más poderosas que los hombres, pero por ello tienen un mayor riesgo de trastornos autoinmunes.
Estos resultados sugieren que las hormonas sexuales contribuyen a los cambios específicos de las comunidades microbianas según el género. Cuando los científicos criaron ratones en un ambiente libre de gérmenes y luego los expusieron a diferentes tipos de bacterias, descubrieron que sólo ciertos microbios protegieron específicamente a los varones contra la diabetes tipo 1.
Tomados en conjunto, los resultados señalan que las hormonas y los microbios cooperan entre sí para proteger a los hombres contra las enfermedades autoinmunes. "Nuestro estudio ha ayudado a establecer los principios generales de cómo las hormonas y los microbios interactúan con el sistema inmunológico, que es el primer paso importante para llegar a la etapa de desarrollo de nuevas terapias", concluye el principal investigador.
Según el autor principal del estudio, Alexander Chervonsky, de la Universidad de Chicago (Estados Unidos), "mediante el estudio de cómo los microbios cooperan con las hormonas que afectan el sistema inmunológico podemos identificar las vías que pueden ser provocadas artificialmente por los medicamentos o la manipulación de los microbios del intestino para interferir en el curso de la autoinmunidad".
Las hormonas sexuales se sabe que juegan un papel importante en el sesgo de género de las enfermedades autoinmunes, pero los estudios han demostrado que las influencias ambientales y otros factores no hormonales también marcan la diferencia.
Por ejemplo, los animales que carecen de microbios en el intestino porque fueron criados en un ambiente libre de gérmenes no muestran un sesgo de género pronunciado en la diabetes tipo 1, que generalmente se considera que es un trastorno autoinmune.
Hasta ahora, no ha quedado claro cómo las hormonas y los microbios trabajan juntos para influir en el sesgo de género en la diabetes tipo 1 y otras patologías autoinmunes. En el nuevo estudio, Chervonsky y su equipo descubrieron que las comunidades microbianas en ratones machos y hembras se convirtieron en diferentes una vez que los ratones alcanzaron la pubertad, mientras que los microbios en las hembras y los machos castrados fueron más similares entre sí.
Un estudio publicado en la revista Immunity revela que ciertos microbios intestinales frecuentes en los hombres pueden ayudar a proteger contra la diabetes tipo 1, lo que demuestra que estos microbios que cooperan con las hormonas sexuales causan este sesgo de género y proporcionan un marco importante que podría conducir a mejores tratamientos. Fuente: 20 minutos
lunes, 26 de agosto de 2013
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