¿Qué provoca que una persona se 'enganche' a las drogas? ¿Por qué después de las primeras dosis se produce esa 'necesidad' de seguir consumiendo? Aunque la adicción es un fenómeno complejo en el que intervienen múltiples factores que van desde lo biológico a lo sociocultural, una reciente investigación ayuda a comprender mejor lo que ocurre en el cerebro una vez se prueban sustancias como la cocaína.
Esta droga, señala el trabajo, es capaz de generar cambios en los circuitos cerebrales relacionados con la toma de decisiones, el aprendizaje y la memoria, lo que apuntala la creación de una adicción. Es como si, tras una primera dosis, la cocaína 'enseñara' al cerebro a seguir consumiendo, a favorecer este comportamiento frente otras opciones, aunque estas sean fundamentales para el bienestar del individuo. Los detalles del análisis se publican en la revista 'Nature Neuroscience'.
Mediante experimentos en ratones y utilizando sofisticadas técnicas de imagen, los autores de este trabajo, liderados por Linda Wilbrecht, profesora de Psicología y Neurociencias en la Universidad de Bekeley (EEUU), han podido demostrar que una sóla dosis de cocaína genera en el córtex frontal de los ratones un rápido crecimiento de espinas dendríticas, pequeñas protrusiones membranosas que son clave en la transmisión de información entre neuronas y en la memoria.
Estos científicos también han podido demostrar una relación clara estre estos cambios estructurales y un 'aprendizaje' relacionado con la droga en los animales. En concreto, los animales cuyo cerebro había generado más espinas y éstas tenían una mayor densidad, eran también los que en mayor medida optaban por seguir consumiendo cocaína en lugar de otras posibilidades.
"Esto nos da un posible mecanismo para entender cómo el consumo de drogas favorece comportamientos relacionados con seguir buscando este estímulo", señala Wilbrecht en un comunicado publicado por su Universidad.
"Se ha observado que los que han consumido drogas durante un tiempo prolongado muestran una menor función en su córtex frontal en relación con tareas mundanas, habituales y, en cambio, aumentan su función en respuesta a actividades relacionadas con las drogas", añade la especialista, quien subraya que su investigación ayuda a comprender cómo el cerebro hace este cambio de preferencias.
Experimentos
Para llevar a cabo su trabajo, el equipo de Wilbrecht realizó varios experimentos con ratones. En primer lugar, observaron el cerebro de los animales antes y después de inyectarles una dosis de cocaína y compararon su estado con el de otros ejemplares a los que se inyectó una solución salina. Y los resultados de esta comparación mostraron que el crecimiento de espinas dendríticas era mucho mayor en los ratones drogados.
Siguieron evaluando la evolución de estos animales y, además, iniciaron otra prueba para comprobar su comportamiento utilizando compartimentos perfectamente diferenciados, uno de los cuales contenía cocaína y el otro solución salina. En esta caso, también vieron que "los animales que presentaban más cantidad de espinas dendríticas robustas mostraban una mayor preferencia por el compartimento en el que recibían la cocaína", señalan los investigadores, quienes reclaman más estudios sobre el tema ya que existe el "potencial de desarrollar intervenciones terapéuticas para la adicción". Fuente: El Mundo.es
lunes, 26 de agosto de 2013
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