Un canal neuronal que interviene en la regulación del dolor neuropático fue descubierto por científicos del CONICET de Mendoza (Argentina), en conjunto con colegas del Reino Unido y Arabia Saudita.
El hallazgo “apunta a mejorar el tratamiento del dolor crónico o patológico” que afecta a muchos pacientes con diabetes, cáncer e inflamaciones, señaló a la Agencia CyTA, el autor principal del estudio, el doctor Cristian Acosta, del Laboratorio de Neurobiología de Aferencias Primarias y Dolor del Instituto de Histología y Embriología de Mendoza (IHEM).
Acosta y sus colegas comprobaron que un canal iónico llamado TREK2 se expresa casi exclusivamente en neuronas sensoriales especializadas en mediar la sensación de dolor.
“Los canales iónicos son minúsculos poros presentes en la membrana celular que permiten el pasaje de iones (partículas cargadas de electricidad) y contribuyen a la excitabilidad neuronal”, explicó Acosta, quien también es investigador asociado de la Universidad de Bristol, en el Reino Unido.
Activar el canal TREK2 limita la actividad neuronal que lleva a la aparición de dolor espontáneo. Este es uno de los aspectos más debilitantes y perniciosos de ese tipo de sensación crónica patológica, afirmó Acosta.
Para llegar a esos resultados, los científicos utilizaron técnicas como la manipulación molecular combinada con mediciones electrofisiológicas en membranas de neuronas sensoriales primarias de ratas adultas in vivo y también cultivadas.
“Entender mejor estos procesos biológicos abre las puertas al desarrollo de nuevas drogas y mejores tratamientos para pacientes que sufren de esas formas de dolor”, destacó Acosta.
El trabajo, publicado en “The Journal of Neuroscience”, cuenta con el apoyo de los doctores Juan Carlos Cavicchia del IHEM y de la profesora Sally Lawson de la Universidad de Bristol, en el Reino Unido.
La doctora Graciela Jacob, coordinadora del programa de cuidado paliativos del Instituto Nacional del Cáncer (INC) y ex presidenta de la Asociación Argentina de Medicina y Cuidados Paliativos, consideró que el dolor neuropático es de difícil tratamiento y cualquier avance en la comprensión profunda de su mecanismo es “muy importante”.
De todos modos, Jacob advirtió que este tipo de dolores no se trata sólo con fármacos sino también con rehabilitación kinesiológica y asistencia psicológica, entre otros abordajes. (Fuente:Agencia CyTA-Instituto Leloir)
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