En los últimos años se han producido grandes avances en la enfermedad de la esclerosis múltiple, tanto en el conocimiento de la enfermedad, como en los diagnósticos y las terapias que se pueden aplicar.
Ester Moral, coordinadora del Grupo de Estudio de Enfermedades Desmielinizantes de la Sociedad Española de Neurología (SEN) y jefa del servicio de Neurología del Hospital de Sant Joan Despí Moisès Broggi (Barcelona) afirma que esta grave enfermedad está siendo muy relevante entre la población joven, aunque los avances rápidos y constantes que se están produciendo hacen que su vida cotidiana haya mejorado considerablemente.
El avance más importante fue el descubrimiento de la utilidad que presentaba el interferón beta para el control de esta enfermedad. Este descubrimiento propulso el conocimiento en varias áreas, tales como: genética, inmunología, anatomía patológica, así como el diagnóstico precoz.
A pesar de estos avances, aún quedan muchas lagunas y campos de mejora. Uno de los desafíos es conseguir terapias personalizadas para cada uno de los pacientes que sufren esta enfermedad. Se habla de desafío debido a que la esclerosis múltiple destruye la sustancia que recubre los nervios, llamada mielina, y por lo tanto puede afectar a diferentes partes del cuerpo y tiene un cuadro clínico muy amplio. Esto se complica si tenemos en cuenta que la esclerosis reporta un fenómeno inflamatorio y otro degenerativo.
Rafael Arroyo, coordinador de la Unidad de Esclerosis Múltiple del Hospital Universitario Clínico San Carlos de Madrid, afirma que uno de los principales retos que tienen los investigadores es encontrar biomarcadores específicos que puedan emplear en las terapias de manera individualizada en los pacientes. El gran problema con el que se encuentran los investigadores son los recursos. Estos se presentan en forma de trabas administrativas y recortes financieros.
A pesar de estos inconvenientes, próximamente se van a presentar al mercado dos nuevos fármacos orales y un anticuerpo monoclonal. Estas dos soluciones se muestran como una proyección muy positiva a la hora de abordar esta enfermedad. La Dra Arroyo apoya la idea “invertir cada vez mejor los recursos disponibles” para que ningún paciente se quede sin su terapia personificada. Fuente: Meedicina.com
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