
Según una denuncia pública presentada por la Asociación Mercedes Ambiental, está ocurriendo un nuevo atropello al medio ambiente en clara violación al artículo 41 de la Constitución Nacional.
En las cunetas y alcantarillas de la Ruta 5 los empleados de Univía, concesionaria de la misma, rocían los pastizales y alcantarillas con glifosato, fumigando sin ninguna protección.
La ONG que defiende los derechos ambientales y la ecología presentó un video donde se observa el momento en que los operarios cargan los equipos en un transporte de Univía en el kilómetro 100 de la ruta 5.
Consultados sobre qué estaban arrojando, los empleados fueron tajantes: “matayuyo”, sinónimo del glifosato usado para que perviva lo transgénico a costa de la muerte de todo lo demás a su alrededor. Los tóxicos se esparcen en los costados de la cinta asfáltica con periodicidad en cruces de bocacalles, pasos de agua, puentes y rotondas. La práctica de arrojar glifosato para que el lugar quede “sin yuyos” (ni nada que tenga vida) no es exclusiva de la concesionaria del corredor vial de ruta 5 y de ruta 7; hace unos meses se ha denunciado el accionar similar de la concesionaria del ferrocarril Sarmiento, (TBA) que provocó que la Defensoría del Pueblo solicite que “se deje de desmalezar con herbicidas tóxicos”.
Univía, ofrece a los usuarios un teléfono de emergencias, el **577, (de la telefónica Unifón) que no funciona. La empresa concesionaria de la autovía posee estaciones de peaje en los kilómetros 86, 244 y 429 de la Ruta 5; además de los ubicados en el los 87, 272, 592 y 899 de la ruta 7. Pertenece al grupo económico Haoldec S.A., holding empresarial que integran Homaq y Nuevas Rutas, empresas que fueron anteriores beneficiarias de concesiones viales y de la construcción de la autopista Luján - Mercedes, que a más de 20 años de iniciarse es una obra inconclusa. [Agencia 144]
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